Volkswagen está considerando detener la producción de coches eléctricos en su planta de Dresden como parte de sus esfuerzos por reducir costos y aumentar la rentabilidad de la marca. A pesar de invertir miles de millones de euros en adaptar y modernizar sus fábricas, la aceptación de los vehículos eléctricos de Volkswagen no ha sido la esperada.
La planta de Dresden, también conocida como la Fábrica Transparente, se inauguró en 2022 y se dedica exclusivamente a la producción de coches eléctricos. Sin embargo, la producción en esta planta es baja en comparación con otras plantas de Volkswagen, con solo 6,500 vehículos ensamblados el año pasado. La falta de una sección de carrocería y taller de pintura ha llevado a la decisión de cesar la construcción del modelo ID.3 en Dresden y reubicar toda la producción en Zwickau.
A pesar de este cambio, los 300 trabajadores de la planta de Dresden no serán despedidos y se les asignarán otras tareas, como la realización de pruebas innovadoras. Esta medida forma parte de los esfuerzos de Volkswagen por elevar su margen de beneficio del 3.6% al 6.5% por cada coche vendido.
El gobierno alemán ha expresado su preocupación por el estado de Volkswagen, considerando que la industria automotriz representa una parte importante de la creación de valor del país. Volkswagen se encuentra en un momento crítico en el que su estrategia eléctrica debe tener éxito para mantener su posición en la industria y evitar la amenaza de competidores poderosos.
Fuentes:
– Automobilwoche