En vísperas de las próximas elecciones generales en el Reino Unido, el Partido Conservador en el poder está haciendo esfuerzos por utilizar los problemas climáticos con fines electorales. Los recientes cambios de rumbo del Primer Ministro Rishi Sunak indican que los compromisos verdes del gobierno podrían ser sacrificados a cambio de votos. Sunak anunció que el plazo para prohibir la venta de nuevos vehículos de gasolina y diésel se retrasaría hasta 2035. La transición a sistemas de calefacción doméstica más limpios también se pospondría hasta 2035.
Estos cambios representan un retroceso en los objetivos de reducción de emisiones establecidos después del acuerdo climático de París en 2015. Sin embargo, no se ha mencionado cómo se compensarán estos cambios para cumplir con la meta de cero emisiones netas para 2050. Sunak afirma que estas medidas se tomaron para ayudar a las personas y aliviar la crisis económica causada por el costo de vida. Sin embargo, esto ocurre al mismo tiempo que el mundo natural experimenta temperaturas récord, incendios forestales, sequías y otros desafíos ambientales.
Muchos creen que el cambio de rumbo de Sunak fue influenciado por presiones que afectan a los líderes de todo el mundo. Los políticos han abrazado desde hace tiempo la idea de que el camino hacia el balance neto de emisiones generaría crecimiento económico, ingresos gubernamentales y empleos verdes. Sin embargo, a menudo pasan por alto los verdaderos costos, incluidos los sacrificios de comportamiento y las limitaciones tecnológicas.
La transición hacia el balance neto de emisiones sigue siendo un objetivo aspiracional en papel y puede generar problemas políticos para los gobiernos en funciones. Hemos visto protestas en Francia, oposición en Alemania y negacionistas del clima en Estados Unidos. En el Sur Global, a menudo se focaliza en esperar que el mundo rico pague por la transición o en dar prioridad a las preocupaciones inmediatas sobre la acción climática a largo plazo.
En el Reino Unido, existen preocupaciones de que el cambio climático sea politizado por los políticos del Partido Conservador para mantenerse en el poder. La maquinaria del partido ya está trabajando en engañar al público y difundir campañas de desinformación, similar a lo ocurrido antes del referéndum del Brexit. Los ataques al Comité de Cambio Climático y a la inversión del Partido Laborista de la oposición en una economía baja en emisiones forman parte de su estrategia.
Al convertir el cambio climático en un tema electoral divisivo, existe el riesgo de descarrilar la transición verde del Reino Unido y socavar años de esfuerzo. Es crucial priorizar el medio ambiente y asegurarse de que los objetivos de cero emisiones netas no sean sacrificados por ganancias políticas a corto plazo.
Fuente: Arab News