El gobierno del Reino Unido se ha comprometido a prohibir la venta de coches nuevos de gasolina y diésel a partir de 2030, con un mandato para que los fabricantes aumenten la proporción de ventas de coches eléctricos. Sin embargo, a pesar de un aumento general en las ventas de coches eléctricos, existen desafíos que superar para lograr una adopción generalizada.
Si bien las ventas de coches eléctricos a compradores corporativos han sido fuertes, gracias a los incentivos fiscales favorables, las ventas a compradores privados han disminuido en la primera mitad de este año en comparación con el año anterior. Esto sugiere que los coches eléctricos todavía no son atractivos para el consumidor promedio. Precios de compra más altos, rango limitado, largos tiempos de recarga y falta de infraestructura de carga son factores que desalientan a los compradores privados.
Hasta ahora, el mercado de coches eléctricos ha sido dominado principalmente por los primeros usuarios adinerados que los pueden permitirse como segundos coches. Sin embargo, vender coches eléctricos a una audiencia más amplia, especialmente al cuarto de los hogares del Reino Unido sin estacionamiento en la calle, presenta un nuevo desafío. Sin acceso conveniente a estaciones de carga en casa, es menos probable que estos consumidores consideren comprar un vehículo eléctrico.
Si bien hay esperanza de que en el futuro estén disponibles coches eléctricos asequibles con mayor rango y tiempos de carga más rápidos, la línea de tiempo actual del gobierno para eliminar los coches híbridos para 2035 desincentiva el desarrollo de la tecnología híbrida. Los híbridos pueden servir como una transición gradual hacia los vehículos completamente eléctricos y satisfacer las preocupaciones de los consumidores sobre el rango y la infraestructura de carga.
Una posible solución sería permitir coches eléctricos con pequeños motores de gasolina como extensores de rango. Estos motores recargarían las baterías en viajes más largos, haciendo que los vehículos eléctricos sean más prácticos para una variedad más amplia de automovilistas. Al reducir la dependencia de grandes capacidades de batería, también se podría reducir el costo de los coches eléctricos.
Aunque los coches eléctricos con extensores de rango se están desarrollando en otros mercados, actualmente solo hay uno disponible en el Reino Unido. Para fomentar la adopción masiva de coches eléctricos, el gobierno debería considerar relajar la prohibición de los híbridos y apoyar el desarrollo de vehículos que puedan venderse en el mercado general.
En conclusión, aunque el gobierno del Reino Unido está comprometido con un futuro neto cero, es necesario abordar los desafíos de asequibilidad, ansiedad por el rango, infraestructura de carga y disponibilidad de coches eléctricos para los consumidores sin estacionamiento en la calle. Relajar la prohibición de los híbridos y promover el desarrollo de coches eléctricos de rango extendido podría ayudar a acelerar la transición a los vehículos eléctricos en el Reino Unido.
Sources:
– Society of Motor Manufacturers and Traders (SMMT)