Los trabajadores de la fábrica de Ford en Almussafes se encuentran preocupados por el futuro de su empleo. En medio de un contexto complicado, la planta ha experimentado reducción de personal y parones en la línea de producción. La incertidumbre aumenta con la noticia de que Ford ha decidido despedir a 3.200 empleados en Europa, argumentando que la producción de coches eléctricos requiere menos mano de obra y que Estados Unidos ofrece ventajas económicas para atraer la producción.
La puesta en marcha de una gigafactoría de baterías en Sagunto por parte de Volkswagen ha generado expectativas positivas para Martorell, pero también para los trabajadores de Ford en Almussafes. Los empleados de la planta valenciana sienten que esta noticia les favorece en su disputa con otras plantas europeas por la producción de vehículos eléctricos. Sin embargo, la compra de la planta de Saarlouis por parte de BYD y la posible inclinación de Chery hacia España han generado preocupación entre los empleados de la fábrica de Almussafes.
En las negociaciones llevadas a cabo en los últimos meses, Ford acordó reducir el número de trabajadores, mientras que la planta se encarga de la producción de modelos más grandes como el Ford Kuga y Ford Transit. Los siguientes modelos eléctricos que se producirán en Colonia y Rumanía apuntan a segmentos más asequibles y competirán con fabricantes chinos.
La demanda de coches eléctricos ha experimentado un crecimiento constante, aunque Alemania está desacelerando sus ventas tras retirar las ayudas a la compra. Volkswagen y Ford se encuentran en una situación complicada, habiendo sobredimensionado la demanda de sus vehículos eléctricos y enfrentándose a la competencia de marcas como Tesla, Audi, Mercedes y BMW. Las pérdidas económicas de ambas empresas en el último trimestre han agravado la situación.
En resumen, el futuro de la fábrica de Ford en Almussafes aún es incierto debido a los cambios en la industria automotriz, la competencia de fabricantes chinos y la reorganización de las previsiones de las grandes marcas. Los empleados de la planta se mantienen en alerta y preocupados por el destino de sus empleos en este contexto complicado.